El presidente de Perú, Pedro Castillo, rechazó el intento opositor de impulsar en el Congreso su destitución, sin respetar el haber sido elegido por la ciudadanía, y desafió a los legisladores a que salgan a la calle para ver qué opina el pueblo de ese intento de vacancia.
«Compatriotas, yo no necesito que me pongan una agenda (del Congreso). Piden una vacancia a una persona que ha sido elegida por el pueblo cuando nos estamos fajando para darle gas a todos los peruanos», se quejó Castillo en un acto público en Huancavelica.
El mandatario retó a los congresistas que anunciaron el pedido de destitución a «caminar (las calles) junto a él para pedir la vacancia ante el pueblo y no entre las cuatro paredes del parlamento».
La semana pasada la congresista Patricia Chirinos, del centroderechista Avanza País, anunció un pedido de destitución contra el presidente por «incapacidad moral» al haber mantenido presuntamente reuniones no registradas durante los primeros días de su mandato a fines de julio pasado, y el partido fujimorista Fuerza Popular adelantó que respaldaría esa iniciativa.
Se especula con que en los próximos días el pedido será presentado ante la Mesa Directiva del Congreso, donde necesitará las firmas a favor de 26 congresistas para ser presentado en el recinto, pero luego se exige que el 40% de las 130 bancas quiera debatirlo.
Para remover al presidente se necesitan 87 votos, una cifra que no parece fácil de reunir para la oposición.
La reacción de Castillo se dio en paralelo a otra exhortación, esta vez de la primera ministra, Mirtha Vásquez, para que el Congreso trabaje en conjunto para el bienestar de la población respetando el estado de derecho, en medio de la discusión por un supuesto cierre de cuatro minas en el sur del país que fue desmentido por el propio presidente.
«Desearía reiterar nuestra invocación a seguir trabajando de manera conjunta por cada peruano y peruana, con los sectores públicos articulando con los sectores privados, con respeto a las reglas por el estado de derecho, pero también desde el Estado», expuso la funcionaria durante una comparecencia ante el parlamento.
Vásquez anunció el sábado pasado el cierre de cuatro minas ubicadas en el departamento sureño Ayacucho explotadas por privados debido a problemas ambientales derivados de las operaciones y que son sufridos por las poblaciones cercanas a los yacimientos. Pero Castillo la desmintió.
La medida, que no fue anunciada formalmente, se sumó a la crisis de poderes porque las bancadas opositoras acusan a Castillo de implementar una política económica estatista, contraria a las inversiones privadas.